Uzbekistán creará una zona económica especial inspirada en el modelo japonés

En la reunión de Shavkat Mirziyoyev con la delegación de empresarios japoneses. Foto del servicio de prensa del presidente de Uzbekistán

El Gobierno de Uzbekistán, con la asistencia de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), planea crear en la república una zona económica especial (ZEE) basada en el modelo y los estándares japoneses. Según informa el servicio de prensa del presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, quien se encuentra de visita en Tokio, el proyecto fue anunciado durante la reunión del jefe de Estado con representantes de los círculos empresariales del País del Sol Naciente.

Las ZEE basadas en el modelo japonés no son simplemente espacios de negocios con beneficios fiscales, sino también territorios donde se aplican reglas únicas, centradas en la expansión de la cooperación internacional y en el uso de tecnologías avanzadas, sistemas robotizados e innovaciones financieras.

Se espera que el proyecto, que se implementará en Uzbekistán, se convierta en un centro para la instalación de producciones de alta tecnología y orientadas a la exportación, así como para la cooperación industrial, gracias a la automatización de procesos y a la introducción de métodos digitales de gestión.

El presidente de la república centroasiática destacó que en los últimos años la cooperación entre Uzbekistán y Japón ha adquirido un carácter cualitativamente nuevo. Si antes las empresas japonesas participaban principalmente en proyectos de contratación, ahora invierten activamente en la economía, crean empresas conjuntas, transfieren tecnología y contribuyen a la formación de personal.

“Como resultado de estos cambios cualitativos, Japón se ha convertido en uno de los socios económicos y tecnológicos clave de Uzbekistán”, subrayó Mirziyoyev.

También hizo hincapié en la dinámica positiva de los indicadores comerciales y económicos. De hecho, en los últimos ocho años, el volumen de comercio entre ambos países se ha duplicado, y el número de empresas japonesas que operan en Uzbekistán ha aumentado diez veces.

Se han establecido estrechos vínculos en áreas como la energía, la salud, la geología, las tecnologías de la información, la infraestructura y otras.

El presidente invitó a los empresarios japoneses a participar activamente en los procesos de modernización de la economía del país centroasiático, dirigidos a acelerar la industrialización, aplicar altas tecnologías y ampliar las capacidades de exportación.

Se señalaron las direcciones prioritarias de la asociación: la transición hacia la energía verde, el procesamiento profundo de minerales críticos con la creación de una cadena de valor agregado, el desarrollo de la ingeniería mecánica y del equipamiento industrial, así como de las tecnologías de la información, incluidos los programas en el campo de la inteligencia artificial y la digitalización.

En la reunión con Mirziyoyev participaron el ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Ryosei Akazawa, así como altos directivos de grandes corporaciones, bancos e instituciones financieras, en particular Sojitz, Toyota, Itochu, Mitsubishi, NEC, Hitachi, Shimizu, SBI Shinsei, el Banco Japonés de Cooperación Internacional, la Asociación Japonesa de Comercio con los Países de la CEI, entre otros.

Como resultado de la cumbre, el presidente de Uzbekistán y el ministro de Economía del País del Sol Naciente firmaron una serie de acuerdos bilaterales.

Se destaca que, en el marco de su visita a Tokio, Mirziyoyev también mantuvo conversaciones con el emperador de Japón, Naruhito; con el presidente de la Cámara de Consejeros del Parlamento, Masakazu Sekiguchi; con el presidente de la Cámara de Representantes, Fukushiro Nukaga; y con el vicepresidente del Partido Liberal Democrático y presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad con Uzbekistán, Taro Aso.