Las relaciones fronterizas entre Afganistán y Pakistán se agravaron drásticamente en octubre tras varios enfrentamientos armados, y las negociaciones celebradas en Estambul el pasado domingo llegaron a un punto muerto. Fuentes paquistaníes calificaron la postura de los talibanes como «ilógica y desconectada de la realidad», acusando a Kabul de no querer cooperar en asuntos clave de seguridad. Los talibanes*, por su parte, insisten en el respeto a la soberanía y acusan a Islamabad de sabotear las conversaciones.
La crisis en las relaciones bilaterales comenzó el 9 de octubre de este año, cuando formaciones armadas del movimiento paquistaní Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), ideológicamente afín a los talibanes afganos, atacaron una columna militar de Pakistán en la zona fronteriza de Kurram. Como resultado del ataque murieron 9 soldados y 2 oficiales paquistaníes. En respuesta, Pakistán lanzó ataques aéreos contra Kabul, Jost, Jalalabad y Paktika, apuntando al líder del TTP Noor Wali Mehsud. Los talibanes afganos, a su vez, atacaron los días 11 y 12 de octubre numerosos puestos militares paquistaníes a lo largo de la Línea Durand – una frontera disputada de 2.640 kilómetros que Kabul no reconoce. Los seis días subsiguientes de bombardeos mutuos, ataques de artillería y toma de puestos de control se convirtieron en los más sangrientos desde que los talibanes tomaron el poder en 2021.
El 26 de octubre comenzó en Estambul, con la mediación de Catar y Turquía, la segunda ronda de negociaciones entre las partes. La delegación afgana fue encabezada por el viceministro del Interior, Rahmatullah Najib, e incluyó a figuras influyentes: Anas Haqqani (hermano del ministro del Interior), el embajador en Catar, Suhail Shaheen, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Abdul Qahar Balkhi, y el viceministro de Defensa, Noorurrahman Nusrat. Pakistán estuvo representado por una delegación de servicios de inteligencia y del Ministerio de Asuntos Exteriores encabezada por el ministro de Defensa, Khawaja Asif.
Tras las discusiones, la parte afgana, según informa la cadena de televisión RTA controlada por los talibanes, presentó un borrador de acuerdo exigiendo garantías de que Pakistán no interferirá en el espacio aéreo y terrestre de Afganistán y prohibirá el uso de su territorio por «grupos antiafganos». Se propuso un mecanismo cuatripartito de monitoreo del alto al fuego con la participación de Catar y Turquía para intercambiar información sobre violaciones. Pakistán, según informa Daily Times, presentó un plan alternativo, exigiendo a los talibanes «acciones concretas y verificables» contra el TTP y otros militantes en territorio afgano, incluyendo intercambio de inteligencia, coordinación de servicios de seguridad y reforzamiento del control fronterizo. Las negociaciones también abordaron el comercio, los refugiados y las raíces de los problemas de seguridad paquistaníes de las últimas dos décadas.
❗️Mientras las negociaciones estaban en pleno desarrollo, el ejército paquistaní informó de nuevos enfrentamientos en la frontera que, según Press TV
Los cruces fronterizos clave entre los países – Torkham en la provincia de Jaiber Pastunjuá y Chaman en Baluchistán – permanecen cerrados desde el 11 de octubre. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán declaró que la frontera no se reabrirá hasta una «evaluación de la situación de seguridad», enfatizando: «La vida de los paquistaníes es más importante que cualquier comercio». El cierre del comercio de tránsito causa graves daños económicos a ambos países, donde el volumen comercial anual es de $2.300 millones. El jefe de la Cámara de Comercio e Industria de Afganistán, Jan Alokozai, informó que ambas partes pierden aproximadamente $1 millón diario. En Pakistán, los precios del tomate se quintuplicaron (hasta 600 rupias/kg), y también subieron las manzanas, principalmente importadas de Afganistán. Cientos de camiones están atascados en la frontera – unas 495 cabezas tractoras de tránsito esperan procesamiento en Torkham –, lo que agrava la crisis humanitaria en las áreas fronterizas.
▫️Las negociaciones entre las partes deben continuar hoy. El desarrollo futuro de los eventos depende de la disposición de ambas partes a comprometerse y de la efectividad de los mecanismos de monitoreo que aún deben acordarse.
*La organización está reconocida como terrorista y prohibida en varios países.