El presidente uzbeko anuncia desde Nueva York una «Nueva Asia Central» de paz y cooperación regional

Foto del servicio de prensa del presidente de Uzbekistán

El presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, al intervenir en el 80º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, declaró que en Asia Central la era de las fronteras cerradas, disputas sin resolver y conflictos ha quedado atrás. El discurso del jefe de Estado fue publicado en su sitio web.

Como recordó el líder de la república, hace ocho años desde esta alta tribuna se anunció la firme determinación de transformar Asia Central en un espacio de paz, buena vecindad y cooperación.

«Y hoy podemos afirmar con profunda satisfacción que hemos logrado este objetivo estratégico», subrayó Mirziyoyev.

Señaló que en los últimos años los volúmenes de comercio mutuo, inversiones y transporte en la región se han quintuplicado. Se están creando fondos de inversión conjuntos, zonas de comercio fronterizo y cooperación industrial, y se están implementando proyectos de infraestructura a gran escala. Las Reuniones Consultivas de los jefes de Estado de Asia Central se han convertido en un mecanismo eficaz para profundizar la integración.

Según el presidente de Uzbekistán, hoy ha comenzado el proceso de formación de una Nueva Asia Central que, gracias a la cohesión, estabilidad y creciente identidad regional, ocupa un lugar más sólido en el sistema de relaciones internacionales como un sujeto independiente.

Considerando este factor, Mirziyoyev propuso implementar una serie de iniciativas conjuntamente con las agencias de la ONU. Por ejemplo, celebrar bajo los auspicios del ECOSOC y la UNCTAD un foro sobre el desarrollo de las economías de los países de la región, crear con la ONUDI un centro de tecnologías «verdes» en la industria, adoptar programas para el uso racional de los recursos hídricos, entre otros. Asimismo, se planteó la idea de adoptar una resolución de la Asamblea General de la ONU en apoyo de los esfuerzos de los estados de Asia Central dirigidos a profundizar la cooperación regional y la integración económica.

La cuestión de la seguridad es apremiante, especialmente dada la inestabilidad en Afganistán. El líder de Uzbekistán instó a la comunidad internacional a apoyar las aspiraciones del pueblo afgano por una vida pacífica y tranquila, subrayando la importancia de evitar el aislamiento de este país. Mirziyoyev propuso la iniciativa de adoptar una resolución separada de la ONU sobre el desarrollo de corredores internacionales de transporte y energía a través del territorio del estado vecino.

Continuando con el tema, el presidente señaló la efectividad de la implementación de la Estrategia Global contra el Terrorismo en Asia Central. Además, propuso transformar el Consejo Regional de Expertos sobre Rehabilitación y Reintegración en un Centro Internacional de Competencias. Mirziyoyev también declaró la disposición de abrir una oficina regional de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo de la ONU en Uzbekistán.

El presidente hizo hincapié en el problema del cambio climático, destacando las consecuencias negativas de la desecación del Mar de Aral. Según sus palabras, se está realizando un trabajo activo para restaurar el ecosistema de esta área. Así, en los últimos años se han plantado plantas desérticas tolerantes a la sal en 2 millones de hectáreas del lecho del antiguo cuerpo de agua. Para 2030, se planea cubrir con vegetación hasta el 80% del territorio.

Para abordar la crisis del agua, Uzbekistán tiene la intención de celebrar un Foro Mundial sobre Conservación del Agua en su territorio. Se espera que, como resultado de dicho evento, el problema sea identificado como una seria amenaza para el desarrollo sostenible y se apruebe una «hoja de ruta» para la implementación de tecnologías innovadoras a nivel global.