Turkmenistán propone congelar salarios y pensiones del «pueblo feliz»

Yazmyrat Atamyradov. Captura de video de Turkmen news

Las autoridades de Turkmenistán deberían abandonar el aumento anual de los montos de salarios, pensiones, subsidios estatales y becas. Así lo declaró el miembro del Consejo de Ancianos del Halk Maslahaty (Consejo Popular), anciano honorario Yazmyrat Atamyradov, durante una reunión presidida por Gurbanguly Berdimuhamedow.

Dirigiéndose al presidente del Halk Maslahaty y a su hijo, el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdimuhamedow, Atamyradov elogió la política del liderazgo del país, gracias a la cual «aumenta constantemente el nivel de vida de nuestro pueblo feliz». Declaró que las condiciones sociales y domésticas de la población han alcanzado un alto nivel y propuso detener el crecimiento de los pagos, señalando que «no hay beneficios similares creados para la gente en ningún otro país del mundo».

Como escribe TDH, el anciano pidió sinceramente a Gurbanguly Berdimuhamedow que apoyara su propuesta, sugiriendo destinar los fondos ahorrados al desarrollo del país y otras áreas importantes. Berdimuhamedow, a su vez, agradeció a Atamyradov por su discurso y recomendaciones.

Según información de Turkmen news, la propuesta del anciano provocó un acalorado debate en las redes sociales turkmenas, el semiestatal Turkmenportal incluso cerró los comentarios bajo la noticia. Los usuarios señalaron que la inflación supera significativamente el 10%: por ejemplo, la carne se duplicó de precio en seis meses, llegando a 100 manat ($5). Muchos dudaron de la sinceridad del anciano, se quejaron de ingresos miserables y dificultades para sobrevivir. La pensión mínima actual es de 550 manat (alrededor de $27.5), el subsidio es de 520 manat ($26). Por ejemplo, el uniforme estudiantil le cuesta a las familias alrededor de 12,000 manat ($600), y los padres tienen que tomar créditos para pagar la educación de sus hijos.

Algunos comentaristas acusaron directamente a Gurbanguly y Serdar Berdimuhamedow de la situación actual y condenaron o insultaron duramente al anciano.

Las autoridades aún no comentan sobre la iniciativa de cancelar la indexación de pagos, pero la recomendación de Atamyradov debe tomarse en serio. Ya hubo un precedente: en 2015, la declaración de un miembro del Halk Maslahaty de que el pueblo «vive tan bien en la era del poder y la felicidad que puede pagar sin problemas el gas, el agua y la electricidad» finalmente llevó a la cancelación total de los subsidios para estos servicios.