Agentes judiciales desalojaron por la fuerza a la familia del expresidente de Kirguistán Almazbek Atambáyev de su casa en la aldea de Koy-Tash, en las afueras de Biskek. El hijo del exmandatario, Kadyrbek Atambáyev, calificó las acciones de las autoridades como “un absoluto atropello”. Publicó su declaración en su cuenta de Facebook.
“Quieren desalojar ilegalmente a mi madre, a mis familiares y a mí de la casa en Koy-Tash y dejarnos sin techo, pese a que se encuentra en la tierra de nuestros antepasados, donde, a apenas 100 metros, están enterrados todos nuestros parientes. (…) Esto es un absoluto atropello”, escribió Kadyrbek Atambáyev.
Agregó que actualmente el caso se encuentra en proceso en un tribunal de la ciudad. No obstante, según él, los agentes “siguiendo órdenes desde arriba” iniciaron acciones ilegales. Atambáyev anunció que planea recurrir al Tribunal Supremo y a la Corte Constitucional.
La hija del expresidente, Aliya Shagíyeva, informó en redes sociales que los agentes judiciales llegaron a la casa sin previo aviso, llevaron un contenedor y obligaron a sacar allí las pertenencias de la familia. Además, expulsaron a las personas a la calle, dejándolas bajo la lluvia.
Según Shagíyeva, a su familia no se le entregó ningún documento ni resolución judicial. Recordó que el proceso judicial aún continúa y subrayó que, incluso si ya existiera un fallo, la ley establece un plazo determinado antes de proceder al desalojo.
Más tarde, los hijos de Atambáyev escribieron que, por el momento, tuvieron que alojarse en casa de familiares.
El 12 de septiembre, el director de la Agencia para la Gestión de Activos del Estado de Kirguistán, Timur Malbáshev, declaró a los periodistas que la residencia del exlíder kirguís había sido devuelta al Estado por decisión judicial. El funcionario precisó que en el terreno se planea construir un moderno asilo y un jardín de infancia con capacidad para 500 niños de Koy-Tash y aldeas vecinas. Según él, las obras comenzarán en breve y deberán concluir el próximo año.
ℹ️ En agosto de 2019, el Comité Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán intentó detener a Almazbek Atambáyev en su residencia de Koy-Tash, pero sus partidarios se enfrentaron a los agentes. Como resultado, un miembro de las fuerzas especiales murió y más de un centenar de personas resultaron heridas.
El juicio por los sucesos de Koy-Tash comenzó en 2022, al que luego se añadieron cargos por corrupción. En febrero de 2023, el principal acusado, Atambáyev, fue puesto en libertad para recibir tratamiento médico en el extranjero. Viajó a España y desde entonces no regresó a su país.
En junio de este año, un tribunal condenó al exmandatario a 11 años y 6 meses de prisión por el caso de Koy-Tash. Además de la pena de cárcel, fue condenado a la confiscación de bienes y privado de sus condecoraciones estatales.
El actual presidente del país, Sadyr Zhaparov, calificó el fallo de severo y declaró que estaría dispuesto a indultar al exjefe de Estado si sus representantes presentaran una solicitud formal a las autoridades.
 
	 
			 
			 
			 
			 
			 
			


